Quisiera pedirte que te quedaras,
pero eso de quedarse lo hace uno por voluntad propia. Si tengo que pedirte que
te quedes, entonces ya te fuiste; si tengo que pedirte un beso, entonces no soy
tu antojo; si tengo que pedirte no ser tan fría o que me escribas, entonces
estoy rogando que hagas un esfuerzo por regalarme lo que no tienes, lo que no
nace de lo más profundo de ti, y el amor es una consecuencia involuntaria, no
algo que se va pidiendo en conversaciones cortas o miradas frágiles.
Quisiera
pedirte que te quedaras, pero estoy prolongando tu resistencia, estoy
conspirando con tu incomodidad, quisiera pedirte que te quedaras, pero prefiero
que mis palabras se queden conmigo y no en la duda de tu voluntad. Márchate y
vive tu vida, esa vida que no puedes compartir conmigo, no te preocupes, sabré
manejar mi dolor, enjugar mis lágrimas, sabré renacer de mis cenizas, de hecho,
ya lo estoy haciendo, no tendré que hacer un largo duelo, ya lo he estado
haciendo desde que tus dudas empezaron a maltratar mi corazón, involuntariamente,
ya lo sé, como sé que no tenías tiempo para regalarme una sonrisa verdadera, ni
una sonrisa concupiscente, tan sólo nos dimos diamantes de carbón, durante
demasiado tiempo.
Funambulista - Ya verás [Lyric Video Oficial]
ACOSTUMBRARSE ES OTRA FORMA DE MORIR
Porque al final acabas entendiendo
que esperar a alguien es como callarse, y que sólo cuando uno se va dice: te
quiero. Porque, a veces, hay personas a las que no le llegan trenes y tienen
que ir andando. Soportar la distancia recorriéndola y no quejarse de ella.
Porque, al final, la soledad sólo es un prólogo que dura hasta que dejamos de
cerrar la puerta, con la intención de que alguna persona se atreva a llamar. A
veces, casi siempre, hay mucha gente que se queda en el umbral, con el miedo
impidiéndoles acercarse del todo. Y uno entiende que la vida también sigue sin
nadie, y que el sol brilla, y que el cielo vuelve a vestirse de azul bonito,
aunque nos sintamos tristes. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos cuando
no nos importa salvarnos, o al menos, intentarlo. De nada sirve amar las
cicatrices de otro, si ni siquiera podemos aguantarnos la mirada. De nada sirve
pedir que nos acepten si vamos juzgando a los demás sin conocerlos. Poque las
personas son más de lo que dicen, y lo que callan hay que aprenderlo a
escucharlo con el tiempo. y con el tiempo uno entiende que acostumbrarse es
otra forma de morir, y hasta lo sano resulta dañino si no aceptamos que hasta
lo bueno termina. Porque también hay que aprender a irse, igual que hay que
aprender a dejar marchar y a no llegar a ningún sitio.
El error más grande del mundo es equivocarse y no ver que estamos
más cerca del acierto. Y caer y no pensar que el dolor no nos cura un poco, se
vive sintiendo, no hay otra forma. Ojalá nos demos cuenta de esto antes de que
vivir se nos vuelva cuesta arriba y subir nos sea más difícil. Ojalá amemos lo
máximo posible antes de que no tengamos un cuerpo al que mirar cada mañana, y una boca a la que vestir con cada beso, y una mano en la que encajar la nuestra.
Vanesa Martín - Ven, siéntate y me lo cuentas
MOMENTOS
Lo que da sentido a la vida son los momentos. hay quien les da mucha
importancia y quien los deja pasar como si nada sucediera. Momentos que para el
mundo igual son insignificantes y para ti lo suponen todo, tú sí que los
entiendes. Esos días que amanecen despejados y notas el sol entrando por la
ventana. El primer "te quiero", que hace que te mueras de la
vergüenza. la primera vez que te dejan, que te quedas mirando a un punto fijo
con ganas de no dejar de llorar. Cuando tus pies se mojan en la playa; la risa
de un niño; cómo cerramos los ojos cuando algo está a punto de caer. Cuando se
muere ese familiar, tan cercano que darías la vida por él. Discutir con un
amigo y que ninguno dé su brazo a torcer. Aquel momento en que, estando con tu chica, por un comentario tonto de uno de los dos, no podéis parar de reiros a pesar de que estáis en un sitio totalmente inadecuado que desaconseja ese instante de suma complicidad. Cómo tiembla tu cuerpo después de ese
orgasmo tan intenso que ni te puedes mover.
Esa cicatriz de tu cuerpo que tú
conoces y casi nadie más. Despertar de ese sueño del que jamás hubieras
despertado por poder continuarlo. Ver que ese desconocido, en algún momento de
tu pasado remoto, fue tu mayor conocido. Y, sobre todo, saber que dos personas
que se recuerdan cuando ni hablan, son capaces de todo.
Momentos...Disfrutadlos.
Momentos-Julio Iglesias
Amistades peligrosas
Lorena y Eva eran amigas desde la infancia, compartían juegos, confidencias, risas y aventuras, a pesar de los problemas de salud de Eva, que sufría una enfermedad en la vista que le impedía exponerse al contacto directo con luces intensas. Por ello, todos los juegos entre las pequeñas eran dentro de la casa o en horas nocturnas.
Los padres de Lorena no estaban muy convencidos de la amistad entre las pequeñas, aunque no se oponían, consideraban que su hija debía conocer a otras personas y jugar en alguna ocasión en espacios abiertos que le permitieran exponerse a los beneficiosos rayos solares.
Eva sentía algo de resentimiento por la opinión de los padres de Lorena, la pequeña no quería que la separaran de su única amiga.
Los años pasaron y el carácter de Eva se hacía cada vez más dominante y posesivo. Lorena empezaba a preparar la selectividad y tenía nuevos amigos, hecho que Eva no veía con buenos ojos. Las jóvenes amigas decidieron concertar una cita para hacer dulces navideños, con ayuda de la madre de Lorena, experta repostera. Lorena y su madre no aparecieron esa tarde y Eva se sintió humillada y llevada por la desesperación, la rabia y la frustración, fue entonces cuando empezó a maquinar un plan de venganza. Sus rasgos patológicos de personalidad, en parte paranoides, en parte de inestabilidad emocional y especialmente psicopáticos, no exentos de una puerilidad “aplastante”, le hacían pasar del amor al odio en pocos minutos.
Pasadas las horas, Lorena llamó a Eva y se disculpó, le dijo que algo había surgido con sus amigos y no pudo asistir a su casa, Eva ya había terminado de idear su maléfico plan de venganza, así que le respondió de inmediato cuándo podrían verse.
- Mañana por la tarde estaré en tu casa con mi madre para hacer los dulces navideños– comentó segura Lorena, sin saber lo que le esperaría.
Esa tarde Lorena llevó todo lo necesario para pasar una tarde diferente con su amiga, sin embargo, al llegar a la casa notó que todo estaba totalmente a oscuras y nadie respondía a sus llamadas en voz alta. Cuando se dio la vuelta para salir, la cerradura no le permitía hacerlo y sintió cómo la cogían por la espalda, al girarse, vio a Eva con un rostro que reflejaba la furia que había acumulado. La madre de Lorena tardaba en llegar, había ido a estacionar el coche y no resultaba fácil encontrar aparcamiento en la zona.
Trató de huir, pero fue inútil, Eva enterró en los ojos de Lorena sendos alfileres que hicieron que la chica perdiese la visión súbitamente. Acto seguido, entre los gritos de Lorena, Eva le susurró al oído: -Quiero que entiendas mi realidad, así nunca más me dejarás sola.
Silvio Rodríguez - Sueño con serpientes
LLUEVE
Llueve en la bruma del atardecer,
llueve y llueve,
a través de la neblina brilla la luz
estrellada,
tras las pardas montañas el sol se cobija.
Tras las transparentes vidrieras de
colores
los chasquidos oscurecen la ciudad
perenne.
Tras los transeúntes indelebles y lejanos,
llueve,
vuelven al que otrora fue hogar y ahora,
vacío.
Después en la opaca niebla
llegan a lo lejos los mantos de la noche,
en una casa de antaño, tristemente
incierta
y desolada, llueve.
La atmósfera se hace más cruda y herida;
el horizonte se pinta de nostalgia,
de lágrimas y brisas, de lágrimas,
de gotas escarlata.
LA NOCHE
El viento, con su silbante voz
resuena en las hondonadas
y estremece las malezas
en lo extintos arenales;
donde la hiena y el lobo
en mi leve evocación
pintan la negra noche.
El nocturno se hace silencio,
las trémulas tinieblas
pintan la negrura,
la agónica, siniestra y fría
estancia del paisaje.
Y la luz ausente,
duelo de la indigente noche,
reclama los rayos del sol naciente,
con ecos bermejos
en el crepúsculo que se cierne
sobre las ciclópeas cumbres
donde los astros brillan pasajeros,
y el universo arrebata al hombre el corazón.
CENICIENTA DE PORCELANA
Cada evento no intentado creará
incertidumbre, elige no tardar, ama,
déjate envolver
para olvidar rencores cercenantes
evita lugares angostos, navega airosa
encuentra nuevos caminos, encuentra rutas rocosas, aireadas,
desaloja agobios
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