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Proceso
Creativo, Arte y Enfermedad Mental.
Areteo de Capadocia,
contemporáneo de Galeno, allá por el siglo I d.C dijo: “Los modos de la manía y locura son de infinitos tipos…Quienes tienen
tendencia a padecer la enfermedad son los de naturaleza apasionada, irritable,
de costumbres activas, disposición sociable, alegre y a veces pueril. De igual
modo, aquellos con disposición a la enfermedad contraria, esto es, son
pausados, tristes, lentos en aprender, pero pacientes en el trabajo…Son más
propensos a la melancolía quienes han experimentado un estado de locura
anterior (que fueron locos o maníacos)”.
Hagamos una reflexión sobre el proceso creativo y sus manifestaciones
psicopatológicas en artistas. Intentemos responder a las siguientes preguntas:
1) ¿Existe relación entre el proceso
creativo y la “locura”?
2) ¿Hasta qué punto los artistas y
los genios son (están) “locos”? 3) ¿Podemos conocer la psicopatología de los
artistas a través de sus producciones artísticas?
4) ¿Puede diferenciarse la angustia
neurótica de la psicótica en los cuadros y creaciones artísticas?
Por último, analicemos textos y
obras creativas que apoyan dichas reflexiones.
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Como señala el escritor Stefan Zweig: “Crear es una lucha continua entre la consciencia y la inconsciencia.
Sin estos dos elementos no puede realizarse el acto artístico (…) Sometido a
esa ley, es libre”. Para este autor la concepción de la obra de arte es un
proceso íntimo y en gran parte un misterio.
ISRAEL-AUSTRIA-HISTORY-LITERATURE-ZWEIG
A picture taken on November 28, 2016 at the Israels National Library in Jerusalem shows letters by Austrian author Stefan Zweig to a young man named Hans Rosenkranz during their 12-year correspondence. A series of previously unknown letters by literary great Stefan Zweig to a young man reveals a paternal side of the Austrian Jewish author concerned with the fate of Jews. Israel's National Library, which has a Zweig archive comprised of letters and manuscripts, was recently contacted by 90-year-old Hannah Jacobson from Bat Yam, a coastal city in central Israel. / AFP / MENAHEM KAHANA / TO GO WITH AFP STORY BY JONAH MANDEL (Photo credit should read MENAHEM KAHANA/AFP via Getty Images)
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Los últimos días de Stefan Zweig
La creatividad y la creación son inherentes al ser humano. La evolución
del hombre a lo largo de los siglos ha compaginado las actividades inteligentes
de adaptación, conocimiento y dominio de la Naturaleza muchas veces hostil, con
otras creadoras tan necesarias para vivir. Las pinturas rupestres son un
reflejo donde lo lúdico se combina con la observación y las actividades del
hombre en la Naturaleza.
El proceso de creación bien mediante la palabra (poesía, novela,
teatro), imagen (Cine y fotografía), formas materiales plásticas (pintura o
escultura, arquitectura) o piezas musicales, o bien como resultado de la
investigación científica o artesanal, es semejante al acto de procreación: dar
vida, iluminar, alumbrar algo nuevo. De esta forma la creación artística o
científica y la procreación biológica tienen muchos puntos en común y confronta
al ser humano siempre con el misterio de la vida y con la perdurabilidad en el
tiempo de la misma.
Tendríamos que rastrear el proceso creativo de una obra desde su inicio
para poder conocer más sobre su génesis, dificultades, ambivalencias, rectificaciones
y cambios hasta llegar al final de la misma. Decía Goethe que “No se conocen
las obras de arte cuando se ven acabadas; hay que verlas también en su proceso
de elaboración”. Acercarse a los manuscritos de los artistas nos aproxima al
proceso creador de sus obras. Como señala Muñoz Molina “Gusta dejarse llevar
por una obra ya completada, una pieza orquestal o una novela, pero si uno tiene
la oportunidad de asomarse al proceso de su construcción se vuelve mucho más
consciente del hecho excepcional que hay en ellas, no tanto el resultado final
que da toda la impresión de haber sido de algún modo necesario, sino la suma,
la sucesión de breves empeños, de pasos parciales, incluso de arrepentimientos,
que la han ido haciendo posible”.
Varios ejemplos nos ayudan a entender este proceso: El libro que Pilar Donoso escribió en memoria de su
padre está basado en un acercamiento minucioso a los manuscritos y originales
que su padre adoptivo, el escritor José Donoso, cedió a una Biblioteca de USA,
así como los recuerdos que recorren la vida compartida con sus padres. El libro
refleja la búsqueda de identidad como hija adoptada e intenta integrar al padre
como escritor y como padre. Fatalmente este acercamiento a sus raíces terminó
trágicamente para ella, ya que se suicidó tan solo un año después de publicar
el libro. Otro ejemplo, en el Museo del Prado se ha habilitado recientemente
una sala a un cuadro “desvelado” de Pieter
Brueghel El viejo, “El vino en la fiesta de San Martin”, una gran pintura
donde se puede observar todas las rectificaciones que hizo el artista antes de
dar forma definitiva a ese cuadro. Otro cuadro que se ha convertido en la
estrella actual del Museo del Prado tiene que ver con la copia de La Gioconda,
realizada a la vez que Leonardo pintaba la suya y que ha abierto nuevas puertas
al conocimiento del proceso creativo del original. Ambos, original y copia han
sido expuestos recientemente en el Museo del Louvre.
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El Prado exhibe 'El vino de la fiesta de San Martín' de Pieter Bruegel 'el Viejo'
El proceso creativo es personal e intransferible. La película “El Sol del
membrillo” dirigida por Víctor Erice narra
el proceso de pintar día a día el crecimiento de un membrillo en el jardín de
la casa/taller del pintor Antonio López.
Refleja el compromiso y fusión del pintor con el objeto que pinta, que a su vez
es cambiante, por lo que está constantemente corrigiendo la pintura de un día
para otro. Al final el cuadro queda inconcluso. Como inconcluso están todavía
muchos de los cuadros de este pintor extremadamente obsesivo y cuidadoso con el
paso del tiempo como se ha podido ver en la exposición reciente retrospectiva
de este pintor en el verano del 2011 del Museo Thyssen en Madrid.
En la película “El artista y la modelo” el director Fernando Trueba reflexiona sobre la necesidad de encontrar una idea
que sirva de referente para el proceso de creación, en este caso a través del
encuentro de un escultor en los meses finales de su vida con quien va a ser su última
modelo. Sin sentimientos a veces no hay creación. Sin la búsqueda de la
perfección, sin ideas no hay creación. A veces hay que luchar contra el tiempo,
porque este es limitado y la creación hay que realizarla en el tiempo y además
siempre va a ser imperfecta, “la perfección mata”, como expresa el protagonista
de la película.
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El artista y la modelo de Fernando Trueba |
La película “Séraphine” refleja como la pintora Séraphine de Senlis
pintaba febrilmente por las noches flores con colores vivísimos que ella misma
elaboraba con restos de aceite y otras sustancias “caseras y del campo”.
Algunos músicos han compuesto sus piezas en momentos de rapto de inspiración,
con extrema facilidad (Mozart por ejemplo), otros rectifican constantemente y
sufren hasta que la composición llega a su fin (Beethoven). Algunas obras
“inmortales” de la música clásica se han compuesto en momentos febriles de
creación, parecidos a los estados hipomaniacos (El Mesías que Haëndel compuso
en algo más de dos semanas encerrado, sin apenas comer y dormir o el Réquiem de
Mozart, compuesto entre la enfermedad y las puertas de la muerte). Otros
músicos invaden sus composiciones de momentos de extrema melancolía o alegría
(Schuman, Schubert), dependiendo de su estado anímico. Escritores como Lope de
Vega eran capaces de escribir una pieza de teatro en tres días. Terminar la
obra de “Fausto” le llevó a Goethe toda la vida: empieza a escribirla a los 18
años y la termina a los 82. La “Marsellesa” fue compuesta al llegar a casa tras
una noche de borrachera por el oficial del ejército francés, Rouget de Lisle,
aficionado a la música y la poesía, a requerimiento del alcalde de Estrasburgo
y como homenaje a los soldados que marchaban al día siguiente a los campos de
batalla tras la proclamación de la revolución francesa.
El análisis de la obra artística y literaria desde un punto de vista
psicológico tiene una larga tradición a lo largo de la historia. El
psicoanálisis es el modelo psicológico que más se ha acercado a la comprensión
del proceso creativo. Freud mantuvo
un profundo interés a lo largo de sus escritos tanto por el conocimiento del
proceso creador como por la psicopatología de los autores y de los personajes o
sujetos de las mismas. El estudio psicoanalítico de la personalidad, los
conflictos y la psicopatología de personajes literarios universales (Edipo, Hamlet,
Fausto, Don Quijote, Don Juan, Maqroll el Gaviero), así como el del proceso de
creación artística ha generado multitud de investigaciones y publicaciones.
Debemos reflexionar sobre las siguientes cuestiones:
1) ¿Existe relación entre el
proceso creativo y la “locura”?
2) ¿Hasta qué punto los artistas y
los genios son (o están) “locos”?
3) ¿Podemos conocer la
psicopatología de los artistas a través de sus producciones artísticas?
4) ¿Puede diferenciarse la angustia
neurótica de la psicótica en los cuadros y creaciones artísticas?
5) ¿Pueden crearse obras artísticas
en medio de un proceso psicótico?
6) ¿Es útil el arte para tratar a
los enfermos psíquicos?
1) ¿Existe relación entre proceso creativo y la “locura”?
Entre algunas de las características de las personas creativas citadas
por diversos autores a lo largo de la literatura destacan: a) Confianza en sí
mismo; b) Valor; c) Flexibilidad; d) Alta capacidad de asociación; e) Capacidad
intuitiva; f) Imaginación; g) Capacidad crítica; h) Curiosidad intelectual; i)
Sentimiento de protección y cariño (de los demás); j) Soltura y libertad; k)
Entusiasmo; l) Profundidad y m) Tenacidad. Son rasgos de personalidad que se
pueden incluir dentro de la variación de lo normal y responden a rasgos
organizativos de la personalidad sana.
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El artista realiza una “Regresión al servicio del Yo”. Freud analizó la
obra de arte centrado en la utilización del mecanismo de sublimación (instinto
desexualizado) por parte del artista. El análisis patográfico de algunos
artistas como Leonardo Da Vinci, es un primer intento de conocimiento de los
designios inconscientes del alma humana en su vertiente creadora. Klein relaciona la capacidad para formar
símbolos con el desarrollo del Yo, la sublimación y la actividad creativa. La sublimación
como el impulso creativo está ligado a la recreación de los objetos que se
sienten dañados o perdidos. Para Rank
el impulso creativo del artista está mediatizado por la necesidad de
inmortalizarse, debido al temor a la muerte.
El estudio de la personalidad creativa, el proceso creativo y la locura
se puede realizar desde distintas ópticas:
1) Estudio biográficos de artistas
y genios tanto vivos como ya fallecidos.
2) Estudios psicopatológicos de los
sujetos creativos.
3) Creatividad en pacientes
psiquiátricos.
4) Estudio de personajes de obras
literarias, pictóricas, escultóricas, piezas musicales y otras formas de
manifestaciones artísticas.
La revisión de los estudios y metanálisis sobre Arte y Psicopatología
manifiestan las siguientes conclusiones: 1) Los estudios biográficos reflejan
mayor patología en personas artistas que en el resto de la población. 2) Se ha
encontrado una mayor incidencia de trastornos afectivos y alcoholismo en
escritores. 3) Trastornos afectivos, uso de sustancias, ansiedad y Trastorno
del comportamiento alimentario en mujeres escritoras y 4) Existe una asociación
positiva entre la aparición de los síntomas hipomaníacos y el incremento de la
actividad creativa y productiva.
El proceso creativo y los estados de “locura”, tienen puntos en común.
En muchas personas “locas” existe una predominancia de la parte psicótica de la
personalidad, dominada por la intolerancia a la frustración y la envidia entre
otras características, donde no se puede soportar la ausencia del objeto ni las
abstracciones y el pensamiento tiende a ser concreto (“Concretización de lo
abstracto”, Hartman) con presencia de imágenes concretas o delirantes, donde no
hay diferenciación entre realidad y fantasía ni tampoco entre símbolo y
simbolizado a nivel cognitivo.
Por lo contrario, para crear hay que adentrarse en zonas oscuras, huir
de lo conocido y andar a tientas entre arenas movedizas. Esto es común tanto
para el proceso creativo como para la vivencia del psicótico de su mundo
interno. Este apartamiento de lo “normal” se hace manifiesto en sujetos con
patologías mentales graves (Cuadros psicóticos), pero no tanto en patologías
menores, como los estados ciclotímicos.
La hipomanía presenta aspectos comunes al proceso creativo. El DSM-V
habla del “aumento de la autoestima o grandiosidad”, “disminución de la
necesidad de dormir, lenguaje verborreico, fuga de ideas, distraibilidad”,
“Aumento de la eficiencia, los logros y la creatividad y “Participación en
múltiples actividades frecuentemente creativas y productivas”. Muchos
escritores, pintores, investigadores, diseñadores, niños ensimismados con sus
juegos, pinturas y creaciones, músicos, arquitectos y otros expresan periodos
de especial lucidez, de claridad mental, exceso de actividad, disfrute en sus
tareas, incapacidad para cansarse en las tareas que realizan, búsqueda
incesante de soluciones a los problemas que se les van planteando en sus
diversas tareas, mientras dura su tarea creativa, ya sean unas horas, días o
semanas que se aproxima mucho a los estados hipomaníacos descritos.
Por otro lado, la otra cara de la moneda de la ciclotimia, la depresión,
ha sido descrita como un factor positivo para la persona creadora: el
recogimiento solitario, aumento y profundización de la experiencia. Es
frecuente que la depresión sea la antesala sobre la que se germina la respuesta
creativa, que se materializa en momentos hipomaniacos de creatividad (puesta en
escena).
¿Son fiables los cuestionarios para medir la locura? No siempre,
porque muchas escalas y cuestionarios miden conductas no convencionales o
excéntricas que se asimilan a la locura. Por ejemplo, el Índice de Psicoticismo
del cuestionario de Psicoticismo de Eysenck (Escala P), está basado en
puntuaciones positivas de variables como la no convencionalidad, el rechazo o
duda de normas, la impulsividad y la tendencia a tomar riesgos entre otros.
Estas características son rasgos de personalidad de personas creativas, sin que
en muchos casos pasen a tener el rango de anormalidad o rasgos
psicopatológicos.
Teniendo en cuenta que no hay límites claros entre normalidad y
patología y que en todas las personas podemos encontrar momentos de locura,
dentro de un continuo y/o proceso, hay que seguir investigando por otros
campos.
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Al borde de la locura |
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