MICROMIEDOS
Una punzada de terror, y tu cuerpo cambia de repente. Tus pupilas se
dilatan, la boca se seca y tus músculos se tensan, listos para que puedas salir
huyendo. Pero el miedo a veces corre más que tú y es capaz de perseguirte hasta
el fin del mundo.
No importa cuándo, pero te estará
esperando. Agazapado en la oscuridad, bajo tu cama o un armario, listo para volver a asustarte.
Mientras lo arropaba y le daba
buenas noches, mi hijo me dijo suplicando, “Papi, mira bajo la cama por si hay
monstruos”. Decidí complacerlo, pero bajo la cama solo encontré a mi hijo que
temblando me susurraba, “Papi, hay algo en mi cama”.
Llegas a casa cansado tras un largo día de trabajo, listo para disfrutar relajante noche en soledad. A oscuras alcanzas interruptor de la luz, pero ya hay otra mano sobre él.
Llegas a casa cansado tras un largo día de trabajo, listo para disfrutar relajante noche en soledad. A oscuras alcanzas interruptor de la luz, pero ya hay otra mano sobre él.
Encontré en mi teléfono una foto de mí mismo durmiendo en mi cama. Vivo
solo.
Lo último que vi fue mi reloj marcando las 12:07 de la madrugada,
mientras algo me apuñalaba con sus largas uñas podridas, y utilizaba su otra
mano para acallar mis gritos. Me desperté de golpe, aliviado al comprobar que
todo era un sueño. El reloj marcaba las 12:06, cuando la puerta de mi armario
comenzó a abrirse.
Como crecí rodeado de perros y gatos, estoy acostumbrado a escuchar
rasguños en mi puerta mientras duermo. Ahora que vivo solo no consigo
conciliar el sueño.
Una niña escuchó que su madre la
llamaba desde el sótano, y se dispuso a bajar para ver que quería. Llegando a
las escaleras, su madre tiró de ella mientras le dijo, “Llama a la policía, yo
también lo he escuchado”.
Ayer noche mi esposa me despertó sobresaltada porque un intruso había
entrado por la ventana. Sentí mucho miedo, hacía dos años que un intruso la
asesinó en nuestra casa.
Me despertó el ruido del monitor del bebé. Mi único hijo lloraba
mientras una voz femenina le cantaba para calmarlo. Estiré mi brazo para coger
el aparato y escuchar mejor, cuando rocé el cuerpo de mi esposa, durmiendo a mi
lado.
Mi hermana dice que mamá la mató. Mamá dice que yo no tengo ninguna
hermana.
“No puedo dormir”, me susurró mientras se metía en la cama conmigo y me
abrazaba. Me desperté sobresaltado, abrazando el vestido con el que fue
enterrada.
Después de luchar desesperadamente para dar
indicios de vida y alertar a los médicos de que estaba con vida, una enfermera
vio el brillo en mis ojos. Pensé que estaba salvado, pero sonrió maliciosamente
mientras decía: “Todo listo para la extracción de órganos doctor. Proceda con
la primera incisión…”.
“¡Maldito idiota!” Gritaba
mientras aquel hombre me ataba sobre las vías del tren, “¿No sabes que esta
línea lleva años abandonada?¡”. “Por supuesto que lo sé”, dijo alejándose,
“nadie viene por este lugar desde hace meses…”.
Una cara sonriente me observaba entre las sombras del exterior de la ventana de mi dormitorio. Vivo en un piso 14.
Una cara sonriente me observaba entre las sombras del exterior de la ventana de mi dormitorio. Vivo en un piso 14.
Tras
apuñalarme, el asesino escapó, y yo me arrastré hasta el teléfono para pedir
ayuda. Empapado en sudor, desperté de mi pesadilla mientras el teléfono sonaba
incesantemente. Lo descolgué y me oí a mí mismo jadear pidiendo auxilio hasta
la muerte.
No concilié el sueño fácilmente,
los retratos de aquella habitación de hotel parecían mirarme muy fijamente.
Cuando desperté al día siguiente vi con horror, que la habitación no tenía cuadros,
sólo ventanas.
El Resplandor (1980) - ¡Aquí está Jack! (escena del hacha)
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