En estas fechas navideñas, de las que tanto disfrutan los más peques, se redobla la relevancia del rol de las madres por distintos motivos: por su dedicación casi insustituible en las tareas logísticas (y que no falte detalle ni de "na") ; como elemento aglutinador de los miembros del sistema familiar, muchas veces gastado y con relaciones tóxicas, con especial cuidado al bienestar de nueras, yernos y cuñados/as; por su entrega desinteresada en otras funciones menos mundanas que la preparación de cenas y comidas pantracuélicas ( parece que jalamos, como si no hubiese un mañana, viandas extraordinarias apropiadas únicamente para las fiestas navideñas, por su tan alto precio que nos parece prohibitivo el resto del año). Hablaba de las funciones menos mundanas y, me quería referir, entre otros detalles, a que nadie eche en falta a los hijos/as que no ha podido venir por problemas de trabajo, distancia o las dos cosas al unísono. También ocurre que, aunque tengan que hacer de tripas corazón, tienen que ocuparse de disimular y atenuar el dolor propio y ajeno por los seres queridos que pasaron a "mejor" vida.
¡VA POR ELLAS Y POR ELA!
https://youtu.be/zwjHnsxDl2I
Un joven fue
a solicitar un puesto de ejecutivo en una empresa multinacional. Pasó la
entrevista inicial y ahora iba a conocer al director para la entrevista final.
El director vio en su Currículum Vitae sus logros académicos y eran excelentes.
Y le preguntó:
" ¿Has
recibido alguna beca en la Universidad?" el joven respondió
"no".
"¿Fue tu
padre quien pagó la carrera? "
" Mi
padre murió cuando yo tenía un año de edad, fue mi madre la que pagó.
"-respondió.
"¿Dónde
trabaja tu madre? "
"Mi
madre trabajaba lavando ropa."
El director
pidió al joven que le mostrara sus manos .
El joven
mostró un par de manos suaves y perfectas.
"¿Alguna
vez has ayudado a tu madre a lavar la ropa? "
"Nunca,
mi madre siempre quiso que estudiara y leyera muchos libros. Además, mi madre
puede lavar la ropa más rápido que yo.
El director
dijo: "Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de
tu madre, y luego ven a verme mañana por la mañana."
El joven
sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. Cuando regresó a su
casa le pidió a su madre que le permitiera lavar sus manos. Su madre se sintió
extraña, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo.
El joven lavó
las manos de su madre poco a poco. Rodó una lágrima al hacerlo. Era la primera
vez que se daba cuenta de que las manos de su madre estaban tan arrugadas y
tenían tantos moratones. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su madre se
estremeció cuando él la tocó.
Esta fue la
primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos
que lavaban la ropa todos los días para poder pagar su colegiatura. Los
moretones en las manos de la madre eran el precio que tuvo que pagar por su
educación, sus actividades de la escuela y su futuro.
Después de
limpiar las manos de su madre, el joven se puso a lavar en silencio toda la
ropa que faltaba.
Esa noche,
madre e hijo hablaron durante un largo tiempo.
A la mañana
siguiente, el joven fue a la oficina del director.
El director
se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó:
"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?"
El joven
respondió: "lavé las manos de mi madre y también terminé de lavar toda la
ropa que quedaba"
"Ahora
sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mi madre, yo no sería quien soy hoy. Al
ayudar a mi madre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir
hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de
ayudar a la familia.
El director
dijo: "Esto es lo que yo busco en un gerente. Quiero contratar a una
persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los
sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el
dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".
Un niño que
ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla
una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en
primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres. Si somos este tipo de
padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo
a nuestros hijos?
Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de piano, ver en
una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás cortando el césped, por
favor que también lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto
con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien
lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico
seas, lo que quieres es que entienda.
Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven. Lo más
importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia
de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer
las cosas." ¡Cuídate!
1 comentario:
Preciosa lección de vida. La sobre protección al autoprotegido. El amor se acompaña con experiencia y acompañamiento.
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